Quienes me conocen saben que siempre he sentido una gran fascinación por la cultura hindú.
¿Cuántos escritores, poetas y guionistas cinematográficos se han inspirado en el misterio de los monzones, el sati -o la ceremonia de quema de la viuda- y en los festivales de Holi y Diwali?
Por desgracia, cuando se habla de la India, muchas personas se limitan a pensar en los dioses de múltiples brazos, en los coloridos saris y en el yoga. Al menos en esta parte del mundo. Muy poco se conoce sobre su historia y sus asombrosas leyendas de valor, muchas de las cuales, Bollywood, como se le llama a la industria del cine hindú, ha aprovechado diligentemente. Películas hermosas como Devdas, Lagaan, érase una vez en India y Joddha Akbar me han robado el corazón y ¡qué decir de las novelas que he leído! Sigue leyendo